¿Cómo bañar a perros y gatos de forma segura?

Bañar a una mascota no solo es cuestión de higiene, también es un acto de cuidado que ayuda a mantener su piel sana, controlar parásitos externos y fortalecer el vínculo con sus guardianes. Sin embargo, hacerlo de manera incorrecta puede causar estrés, irritaciones o incluso problemas de salud. Por eso, es importante seguir algunos pasos básicos para garantizar una experiencia positiva.

Primero, se debe elegir un shampoo adecuado para la especie y la edad. Los productos para humanos nunca deben usarse, ya que alteran el pH natural de su piel. En el caso de los gatos, que suelen estresarse al contacto con el agua, se recomienda un shampoo suave o baño en seco cuando sea necesario.

Antes del baño, es ideal cepillar el pelaje para eliminar nudos y suciedad superficial. Luego, se debe preparar agua tibia y un ambiente tranquilo para evitar que el animal se asuste. Durante el baño, es importante evitar que entre agua en los oídos y aplicar el shampoo de manera uniforme, haciendo un masaje suave. Finalmente, se enjuaga muy bien para que no queden residuos que puedan generar picazón.

El secado también es fundamental. En perros, puede utilizarse una toalla o un secador a baja temperatura. En gatos, lo ideal es una toalla y dejar que termine de secarse en un lugar cálido. Mantener la calma, hablarles con suavidad y usar premios ayuda a que el baño sea una experiencia menos estresante y más positiva para ambos.

Recomendaciones adicionales

• Planificar el baño según la especie y clima. No bañarlos con frecuencia excesiva; en perros cada 3–4 semanas, en gatos solo cuando sea realmente necesario.

• Usar premios antes, durante y después del baño para asociarlo con algo positivo.

• Proteger sus oídos colocando un algodón suave en la parte externa (sin empujar hacia adentro).

• Probar la temperatura del agua en la muñeca para asegurarse de que sea tibia.

• Secar completamente a perros y gatos de pelaje largo para evitar hongos.

• Evitar corrientes de aire mientras se secan para prevenir resfriados.

• Consultar al veterinario si hay piel irritada, caída excesiva de pelo o heridas visibles.

Bañar a perros y gatos de manera adecuada es una tarea que requiere paciencia, atención y los productos correctos. Cuando se hace bien, no solo mejora su higiene, sino que reduce el estrés, fortalece el vínculo con la mascota y previene problemas de salud a largo plazo. Un baño seguro y tranquilo es, en esencia, una forma más de demostrarles cuidado y respeto.